En la edición de enero de 2016 de la revista Atomospheric Environmental , correspondiente al Volumen 125 Parte A en las páginas 257 a la 264 investigadores del Centro Polar y Climático (CPC) de Brasil, encabezados por Franciele Schwanck descubrieron la presencia de arsénico proveniente de la minería del cobre de Chile, en el Monte Johns de la Antártica, tras analizar muestras de hielo y datos históricos de la producción del metal rojo. Junto a Schwanck participaron además los investigadores Jefferson C. Simões, Michael Handley, Paul A. Mayewski, Ronaldo T. Bernardo y Francisco E. Aquino.
Recolectando muestra-testigo de hielo desde una zanja . Expedición 2015
Basándose en que los principales contaminantes atmosféricos se van depositando en el hielo antártico, se logró determinar un aumento en las concentraciones de arsénico. La variabilidad de arsénico en los núcleos o trozos de hielo pueden ser utilizados para reconstruir la historia de la contaminación del aire. El núcleo de hielo Monte Johns tomado en la coordenadas de 79°55′ S; 94°23′ W y a 91,2 m de profundidad, se recogió de la capa de hielo de la Antártida Occidental en el verano austral de los años 2008-2009. En el estudio se presenta la variabilidad de la concentración medida según lo determinado en 2137 muestras de los 45 metros superiores de este núcleo-testigo mediante ICP-SFMS realizada en el Instituto de Cambio Climático de la Universidad de Maine en Estados Unidos.
Muestreo empleando ropa de laboratorio ultra-limpio en una zanja en la nieve antártica. Expedición 2015
El registro abarca aproximadamente 125 años (1883-2008) que muestra una concentración media de 4,32 pg g-1 (pico gramo por gramo de hielo). La concentración de arsénico en el núcleo sigue la evolución global de la minería del cobre, especialmente en Chile, el mayor productor de cobre, los científicos además compararon las producciones de Australia y Sudáfrica, pero fue con Chile que hubo una correlación más directa con los resultados. De 1940 a 1990, la producción minera de cobre aumentó junto con concentraciones de arsénico en el núcleo Monte Johns, de 1,92 pg g-1 (antes de 1900) a 7,94 pg g-1 (1950). En las dos últimas décadas, las regulaciones ambientales para la medida de las emisiones se han estado ejecutando, obligando a las fundiciones a tratar sus gases para que se ajusten a las normas ambientales nacionales e internacionales. En Chile, los planes de descontaminación requeridos por el gobierno comenzaron a funcionar desde 1993 hasta 2000. A partir de entonces, la producción chilena de cobre en más del doble, mientras que los niveles de emisión de arsénico se redujeron, y se observó la misma reducción en el núcleo de hielo Monte Johns. Después de 1999, las concentraciones de arsénico en las muestras se redujeron a niveles comparables a los del período anterior a 1900.
Si bien estos niveles de arsénico son muy bajos y no afectarían el ecosistema antártico, los investigadores del CPC han continuado con sus investigaciones, el verano del año 2015 realizaron nuevas investigaciones identificando otros tipos de contaminantes, de esas expediciones son las fotografías que se muestran en el artículo.
Trozo de muestra de hielo. Expedición 2015
Fuente : Atmospheric Environment