Si bien el estudio encabezado por el Dr. Fernando Coz, académico de la Universidad de los Andes, a pacientes con cáncer de vejiga que han estado expuestos al arsénico en el agua potable pueden tener un riesgo mayor de desarrollar formas más agresivas de esta enfermedad, fue presentado ya hace casi dos años, toma nuevamente vigencia ya que los resultados serán publicados en marzo de este año en The Journal of Urology.
El estudio lo presentó en conjunto con los exalumnos de la Facultad de Medicina de esa Casa de Estudios José Francisco López, Matías Westendarp y Bruno Vivaldi, durante la 105 ª Reunión Científica Anual de la Asociación Americana de Urología (AUA).
El arsénico es un metaloide notoriamente venenoso que se encuentra en la naturaleza. Los compuestos de arsénico se usan comúnmente en los herbicidas ,pesticidas, y en aleaciones metálicas. Una serie de áreas en todo el mundo, incluyendo el suroeste de EE.UU., tienen las aguas subterráneas con niveles naturalmente altos de este elemento.
Los investigadores examinaron las tendencias en Chile del cáncer de vejiga en Antofagasta, región del norte de Chile, donde entre 1955 y 1989, aproximadamente 400.000 habitantes fueron expuestos a niveles extremos de arsénico en el agua potable. Los investigadores reunieron información sobre los niveles de arsénico, la mortalidad por cáncer de vejiga y los ingresos hospitalarios durante el período y se compararon los datos con las estadísticas de todo el país.
Después de más de tres décadas de exposición a altos niveles de arsénico, las concentraciones se normalizaron en 1989 y se han mantenido estables en los últimos dos decenios.
Según el estudio, la tasa de mortalidad se incrementó entre 15 y 25 años después de que comenzaran los altos niveles de exposición. Es así como aumentaron las muertes de 3 a 6% en hombres y de 2 a 6% en mujeres entre 1955 y 1977. Este aumento se mantuvo, incluso, después de que se normalizaran los niveles de arsénico en el agua potable. En los últimos 20 años, la mortalidad alcanzó el 22% en hombres y 18% en mujeres, cifras de mortalidad elevadas en comparación a las zonas del país sin un mayor riesgo de exposición al arsénico.
Los investigadores encontraron no sólo una tasa de aumento de la mortalidad, sino también una baja en la edad al momento de la muerte por cáncer, esto en comparación con personas que viven en lugares no afectados del país. Los niveles de ingresos hospitalarios en la zona afectada también tuvieron un significativo aumento. Estos datos muestran que, a pesar del control de arsénico en el agua potable, los efectos de la toxina son de larga duración. La exposición al arsénico es un factor de riesgo conocido para el cáncer de vejiga.
Hoy el Agua potable que consumen la población de Antofagasta es mejor, porque los niveles de arsénico son muchos menores a los recomendados los la Organización Mundial de la Salud debido a las inversiones que se realizaron tanto para eliminar el arsénico proveniente de las aguas cordilleras como también la construcción una planta desalinizadora que abastece de ese vital elemento, pero hubo un espacio de 20 años en que la población estuvo expuesta a altas dosis y es ahora 30 años después, en las edades que aparecen estos canceres, los padecen con mayor fuerza.
Una preocupación permanente es la que existe en saber que es lo que sucede, con la población de pequeñas localidades de las regiones del norte , donde se abastecen con agua directa desde la cordillera o napas subterráneas, ya que muchas de ellas siguen expuestas a este metal ya que no se han implementado tecnologías de abatimiento en sus plantas que las tratan, de hecho recién este año, la población de Alto Hospicio comenzará a recibir agua con niveles más bajos de arsénico gracias a la construcción de una nueva planta.