Un estudio presentado en el Congreso Geológico Chileno, en la Universidad de Concepción la tercera semana de noviembre de 2018, señaló que algunas marcas de agua envasada no serían aptas como “potable”, ya que presentarían altos niveles de arsénico.
El trabajo constató que, si bien todas las aguas presentaron este elemento, un tercio de las muestras analizadas contenían concentraciones superiores a lo establecido en la norma de agua potable. Además detectaron presencia excesiva de nitrato, boro y otros elementos disueltos.
El mercado de agua embotellada chilena ha mostrado un crecimiento continuo desde el año 2000 superando los 460 millones de litros vendidos en 2015. Los consumidores tienden a asociar la ingesta de agua envasada con un estilo de vida saludable aunque la norma vigente (DS nº106 , MINSAL1997) no obliga a declarar la composición química por lo cual el consumidor elije sin conocer el contenido exacto del producto adquirido. Se analizaron diez marcas de agua embotellada sin gas y en envases de plástico adquiridas en Santiago. Se optó por el formato de 1,5 Lts siempre que estuviera disponible y por el formato más parecido si no existía el de 1,5l. Se analizaron 32 elementos químicos, incluidos menores y trazas en el Laboratorio de Geoquímica de Fluidos del Depto. de Geología-CEGA (U. Chile).
Los datos obtenidos han sido interpretados considerando los valores fijados en las normas chilenas (DS nº106 y NCH409/1) y sugeridos por organismos internacionales (OMS). Los resultados indican que la calidad de las aguas analizadas es generalmente buena y cumple con la legislación chilena (DS nº106). Sin embargo, 3 de las 10 muestras analizadas (Puyehue, Jumbo y Jahuel) superan las concentraciones permitidas de As por la norma de agua potable chilena (NCH409/1) y el valor sugerido por la OMS y EPA, es decir 10 ppb. En 4 muestras se han detectado contenidos de NO3 mayores que los naturales de aguas subterráneas que inducen a pensar a una procedencia muy superficial del agua que están envasando. En algunas, los valores de B son relativamente elevados y, se han detectado concentraciones medibles de U cuyo origen es debida a los procesos de interacción con las litologías volcánicas. Las aguas envasadas filtradas, contienen cantidades mínimas de elementos disueltos, pero no por eso cumplen con todos los parámetros establecidos en NCH409/1. En una muestra el pH es ligeramente más ácido que el valor regulado. Los resultados muestran que no existe una clara relación calidad – precio. Los hallazgos de este estudio permiten reconocer una inconsistencia entre la norma que regula el agua embotellada y la que rige el suministro de agua potable. De hecho, algunas de las aguas envasadas analizadas no cumplen con ésta última y no serían aptas como aguas potables. Finalmente, los autores están trabajando para ampliar este estudio a todas las aguas disponibles para la venta en el mercado chileno.
El estudio presentado en el Congreso Geológico lleva por nombre: «El Agua que bebemos: resultados fisicoquímicos de algunas aguas envasadas chilenas» y participaron de él lo investigadores Linda Daniele1,2, Claudia Cannatelli1,2, Jamie Buscher1,2, Giuseppe Bonatici1.
(1) geologia, FCFM, Universidad de Chile
(2) Centro de Excelencia en Geotermia de Los Andes (CEGA), FCFM, Universidad de Chile.
Revise el Informe completo aquí: El-agua-que-bebemos
Fuente : Congreso Geológico Chileno – Libro de Actas