La minería del cobre enfrenta crecientes regulaciones al manejo de las impurezas en toda la cadena de producción: límites a la exposición en los espacios de trabajo, penalidades a los productos con altos contenidos de arsénico y limitaciones al trasporte marítimo y terrestre de concentrados complejos.
La recuperación de valor, a partir de subproductos, genera oportunidades que aportan a la sustentabilidad de la industria.
En el concierto internacional se siguen elevando las exigencias de los mercados en cuanto a las impurezas del cobre para su traslado, producción y explotación. Este escenario significa trabajar en frentes diversos: impulsando el desarrollo de tecnologías que hagan más eficiente la producción de cobre; incorporando innovaciones en cada una de las etapas productivas; reduciendo los costos de fundición que se ubican entre los más altos a nivel mundial y mejorando las políticas públicas que faciliten un modelo de producción acordes a estos nuevos desafíos”, señaló la Ministra de Minería, Aurora Williams, en la inauguración del Primer Seminario Internacional sobre Minería e Impurezas: tendencias regulatorias, mercados y tecnologías, que se llevó a cabo hoy en Santiago, en el marco de la semana Cesco.
En el encuentro, realizado el pasado mes de abril, cuyo objetivo fue debatir e intercambiar opiniones sobre las tendencias y alternativas disponibles para abordar el manejo de impurezas en la minería de manera sustentable, participaron cerca de 180 personas, representantes de organismos públicos, empresas mineras y proveedores tecnológicos, gremios y universidades, que conforman el mundo minero nacional e internacional.
En materia de tendencias regulatorias, Don Smale, Secretario General del Grupo Internacional de Estudios del Cobre (GIEC) advirtió que a nivel mundial existe una heterogeneidad de regulaciones para distintos contaminantes, con el denominador común de que siempre van al alza y amplían su espectro de aplicación. Estas abarcan el ámbito de la salud y seguridad laboral, impactos medioambientales en aire, suelo y cursos de agua y el transporte aéreo, en que la IMO (International Maritime Organization) ha desplegado gran iniciativa. Si bien la industria ha reaccionado mejorando tecnologías, las penalizaciones a distintas impurezas constituyen riesgos nada despreciables.
A nivel nacional, el Vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Sergio Hernández, sostuvo que estos desafíos “deben transformarse en políticas públicas y en responsabilidades para las empresas”, aunque descartó que se vaya a imponer reglas a la industria privada, sino más bien generar lineamientos para la industria pública (Codelco y Enami), y esperar prudentemente la maduración de las soluciones tecnológicas, para tomar opciones de regulación e inversión.
Por su parte, Taro Kamiya, Director de la División Tecnológica de Minería y Metalurgia de JOGMEC, Japón, indicó que la estrategia de su país, que tiene 5 fundiciones de cobre pero carece de producción propia -es importador neto de concentrados- está orientada a reducir las impurezas en el concentrado, antes de llevarlo a fundición. Si bien reconoce que se trata de un reto de gran dificultad, considera que es un camino posible para que las fundiciones puedan cumplir regulaciones más restrictivas.
Elementos Críticos
Sin embargo, en materia de impurezas no todo es restricción y amenazas. Desde otro punto de vista, aparecen no pocas oportunidades para recuperar valor desde el procesamiento de impurezas, mediante la recuperación de subproductos, tan escasos como valiosos. El Dr. David Dreisinger, investigador en Hidrometalurgia de la Universidad de British Columbia, Canadá, que ha trabajado codo a codo con la industria minera en esta materia, llamó a reemplazar el concepto de impurezas por “elementos críticos”. Dreisinger se refirió a las 20 materias primas definidas como críticas por la Unión Europea, entre las que se encuentra una serie de metales como el selenio, el telurio o bismuto, asociados a al procesamiento del cobre, que se utilizan en la industria energética y farmacéutica y cuyos precios superan ampliamente el valor actual del cobre. “Necesitamos tener una estrategia para recuperar valor en la industria minera y eso pasa por conceptualizar de manera distinta”, insistió Dreisinger, comentando el caso de las tierras raras en China, que en tres décadas pasó de producir concentrado de éstas a aplicaciones en motores y electrónica.
Jeff Adams, especialista en hidrometalurgia de HATCH, Canadá, entregó múltiples ejemplos de evaluaciones económicas interesantes a partir de la recuperación de valor de distintos subproductos en la industria del cobre, siendo muy atractivos aquellos que permiten la recuperación de metales preciosos. Adams también se refirió a los modelos de negocio más adecuados para llevar a cabo este tipo de iniciativas, advirtiendo la necesidad de colaboración entre el área de extracción minera y el área de fundición -refinación. “La viabilidad de este negocio hay que evaluarla caso a caso”, afirmó.
Por su parte, Alexander Schmitt, Ejecutivo de Marketing para Metales Base y Especiales de Anglo American, abordó los temas de mercado de “elementos críticos” llamando a estar muy cerca de los consumidores finales, ya que son los diseñadores de productos los que toman las decisiones de incorporar un elemento u otro y para ello requieren tener asegurado el suministro”. Schmitt indicó que es responsabilidad de la industria minera y de los reguladores adelantarse al mercado.
Thomas Buenger, representante y Vice Presidente Senior de Technical Primary Copper, de Aurubis, Alemania, sostuvo que “las impurezas son a su vez una carga y una oportunidad” que deben ser enfrentadas de manera conjunta por la industria minera. “Mineros y fundidores vamos en el mismo barco”, indicó.
La Escorodita una solución de largo plazo para el arsénico
En la sesión de la tarde, el Dr. George Demopoulos, profesor de la cátedra Ingeniería en Minas y Materiales, de la Universidad McGill, Canadá, analizó los factores de éxito de la escorodita, como fórmula tecnológica que permite una disposición segura de los residuos arsenicales provenientes de la producción de cobre. Demopoulos, creador de la escorodita atmosférica a nivel de laboratorio hace 20 años, señaló que el proceso no termina con la recuperación de valor desde el cobre, sino con la disposición final de los residuos del proceso, que ha sido el objeto de su investigación, un reto difícil, desafiante, pero satisfactorio.
En la misma sesión Carlos Rebolledo, Gerente de Desarrollo y Negocios de EcoMetales, expuso los positivos resultados de la empresa filial Codelco, que desde 2007 ha procesado más de 400 mil toneladas de polvos de fundiciones de Codelco, lo que le permitió recuperar más de 75 mil toneladas de cobre fino, al mismo tiempo que abatir más de 7.500 toneladas de arsénico como residuo estable en la forma de escorodita.
Por su parte, Jaime Rivera, Gerente de Negocios e Innovación de Codelco presentó el modelo estratégico de innovación corporativa. Sostuvo que éste se enfoca esencialmente en transformar conocimiento en valor, económico, medioambiental y social. Precisó que la empresa busca iniciativas de innovación en toda la cadena de valor, incluyendo nuevos usos del cobre y modelos de negocio. La innovación corporativa debe contar con focos acertadamente definidos y consensuados al interior de Codelco, concluyó Rivera, mencionando entre ellos el tratamiento de concentrados con impurezas.
El seminario concluyó con la participación de Andrés Pica, Jefe de División de Calidad del Aire del Ministerio de Medio Ambiente, quien valoró el evento y la temática abordada. Pica afirmó que si no pensamos en sustentabilidad estamos hipotecando nuestro futuro, y que en este sentido la innovación es clave.
Necesidad de abordar el problema
“Abordar la problemática de residuos e impurezas es uno de los principales desafíos de la industria minera. Es imprescindible hacerlo públicamente para movilizar voluntades y recursos que apalanquen iniciativas de investigación y de política pública”, señaló Iván Valenzuela, gerente General de EcoMetales y miembro del Comité Organizador del seminario.
El ejecutivo agregó que las regulaciones serán cada vez más estrictas, “por lo tanto no es fácil el futuro, pero al mismo tiempo se presenta una gran oportunidad. Con inteligencia y recursos podemos traducir esas restricciones en nuevas y mejores soluciones, compatibles con el cuidado del medio ambiente y con la realización de buenos negocios. Debemos mirar soluciones de otras industrias y salir del paradigma de un sector que se mira sólo a sí mismo”, sostuvo.
Organizadores y Panelistas
Fuente : Ecometales-Filial Codelco