A la fecha, la SISS ha auditado un 61% de las empresas que deben cumplir con dicho requerimiento, es decir, a 27 empresas de un total de 44. El mayor número de compañías fiscalizadas corresponden a las mayores como Aguas Andinas, ESVAL, ESSBIO, Aguas Araucanía, ESSAL, NUEVOSUR. También se ha desarrollado esta actividad a otras empresas medianas como Aguas del Valle, Aguas del Altiplano, Aguas Antofagasta, Aguas Chañar, Aguas Patagonia, Aguas Magallanes, Aguas Décimas, entre otras.
Un completo diagnóstico sobre los avances en materia de fiscalización y control, tanto de las normas de análisis como las de muestreo de las aguas residuales, realizó la Ingeniera Civil del Área de Disposición de Aguas Servidas y Riles de la División de Fiscalización de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), Elba Vargas, en el marco de las «Vigésimas Jornadas de Laboratorios de Calidad de Aguas y Control de Procesos», organizadas por la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental , realizado el pasado mes de octubre.
Durante su exposición, la profesional informó que desde el año 2011 la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) ha auditado el cumplimiento del Manual Operativo SISS de la Norma de Muestreo de Aguas Residuales NCh 411/10 – 2005.
«A la fecha en nuestro país existen 290 plantas de tratamiento de aguas servidas en sectores urbanos, las cuales son operadas por las empresas sanitarias y cuyos efluentes o aguas servidas tratadas son descargadas a un cuerpo de agua superficial, es decir, a lagos, ríos, quebradas o al mar. Estos efluentes son monitoreados con el fin de verificar que cumplen con la calidad del servicio exigido para su disposición, donde involucra el cumplimiento de la norma de emisión esta última con el objetivo de la protección ambiental. Dentro de este proceso un aspecto crucial es el muestreo, que debe ser realizado cumpliendo la Norma de Muestreo de Aguas Residuales NCh 411/10 -2005 y su Manual Operativo elaborado por la SISS», advirtió.
Explicó que para asegurar que los resultados del autocontrol informados a la autoridad sean idóneos, el organismo fiscaliza y controla que tanto las normas de análisis como la de muestreo de aguas residuales se realicen de acuerdo a lo que establecen las normativas vigentes. Para el caso de los análisis físico-químicos y bacteriológicos de aguas residuales se deben utilizar las exigencias establecidas en las Normas Chilenas Serie 2313 Métodos de Análisis de aguas residuales y en el caso del muestreo de las aguas residuales, existe la Norma Chilena 411 parte 10 del año 2005, que establece los procedimientos de recolección y el manejo de las muestras y el manual Operativo SISS de muestreo.
«Estas auditorías han permitido que las empresas sanitarias logren un avance significativo en la implementación de las directrices que establece el Manual, pero aún se detectan algunas falencias en lo que se refiere al control que las empresas sanitarias deben tener sobre las empresas externas que contratan para efectuar los servicios de monitoreos y de análisis», explicó Elba Vargas.
También destacó que «la aplicación de este manual ha motivado para que los encargados de estas actividades se capaciten en los muestreos, debido a que en un principio se detectaban muchos errores en la ejecución en terreno. Esta actividad ha registrado una mejora considerable, en el transcurso de estos cinco años. Hay que recordar que el Manual Operativo exige una cierta formación y experiencia del personal a cargo del muestreo, quienes deben ser sometidos al menos a una evaluación de desempeño anual en el tema», indicó.
La profesional finalmente señaló que actualmente el Área de Disposición de Aguas Servidas y Riles de la SISS, se encuentra desarrollando auditorías para verificar el cumplimiento del Manual Operativo SISS y validando los autocontroles, en todo el universo de las empresas sanitarias que cuentan con sistemas de tratamiento de aguas servidas.
«A la fecha hemos auditado un 61% de las empresas que deben cumplir con dicho requerimiento, es decir, a 27 empresas de un total de 44, de estas el mayor número corresponden a las empresas mayores, como Aguas Andinas, ESVAL, ESSBIO, Aguas Araucanía, ESSAL, NUEVOSUR, otras empresas medianas como Aguas del Valle, Aguas del Altiplano, Aguas Antofagasta, Aguas Chañar, Aguas Patagonia, Aguas Magallanes, Aguas Décimas, entre otras», concluyó.
Fuente : SISS